Cocodrilos voladores y cerebros podridos: el absurdo triunfa en internet
Recientemente, imágenes extrañas como un tiburón con zapatillas deportivas, un cocodrilo convertido en avión o un elefante con cuerpo de cactus –acompañados de frases y sonidos particulares como “Tralalero Tralalá” o “Bombardiro Crocodilo”– han inundado las redes sociales. Acaban de nacer los brainrot animals.
El fenómeno #AIBrainrot consiste en la creación de contenido absurdo, a menudo con imágenes generadas por IA de baja calidad o combinaciones extrañas. Acompañadas de narraciones sin sentido o repetitivas y efectos visuales poco armónicos, buscan generar humor a través de lo incongruente y la sobrecarga sensorial.
Esta etiqueta, ahora convertida en tendencia, se ha posicionado rápidamente en redes como TikTok o YouTube Shorts, aupada por la proliferación de herramientas de IA generativa accesibles.
A finales de 2024, el Diccionario Oxford determinó que el término que mejor definía el año que estaba por acabar era brainrot (“cerebro podrido”, en inglés). La palabra hace referencia al deterioro del estado mental o intelectual de las personas como consecuencia del consumo excesivo de contenido digital considerado trivial, insustancial o poco desafiante.
Los orígenes de este tipo de creaciones se pueden rastrear en otros memes como Skibidi Toilet o Smurf Cat que, combinando narrativas extravagantes e imágenes incongruentes, han cautivado a las audiencias digitales más jóvenes mediante el absurdo.